“Porque no hay árbol de buena calidad que produzca fruto desabrido; ni árbol de mala calidad que produzca fruto excelente”. (Lucas/Reina Valera)
Por Julio Zenón Flores/Trasfondo informativo
El resultado obtenido por Morena en Guerrero, durante las elecciones del 2 de junio, es el verdadero balance de lo que pasa en la entidad.
Y es que se construyen varias realidades a la vez, dependiendo de lo que se mira y desde la perspectiva que se mira, por eso cualquier análisis que intente ser objetivo debe partir de los hechos, de las cifras duras y frías que desmienten cualquier intento por cambiar la narrativa.
Por eso al hacer este artículo partimos de la cita bíblica del libro de Lucas, uno de los apóstoles de Jesús, que escribió aquello que todo mundo comenta “Por sus frutos los conocerás”.
La discusión que se mueve solo en las percepciones, a veces engañosas, de las redes sociales, que por sus propios algoritmos nos acarrean información acorde a nuestra forma de pensar, y no acerca a personas de ideas similares, y que nos conduce inevitablemente a creer que eso que nosotros percibimos en nuestras páginas de Facebook, X o Tik tok, es lo que realmente está ocurriendo y loque ven todos los demás.
Por eso antes de poner mis conclusiones, les invito a analizar los siguientes datos duros:
Claudia Sheinbaum obtuvo en Guerrero, con 95% de las actas capturadas en el PREP, fueron 1,040,631 (Un millón cuarenta mil seiscientos treinta y un votos); la coalición Verde, PT y Morena se llevaron las 8 diputaciones federales que se disputaron.
Se ganaron las dos senadurías, 20 de las 28 diputaciones locales y creció el número de alcaldías gobernadas por Morena y sus aliados: Veamos en esta lista los 29 ayuntamientos que ganó el partido Guinda: 21 en alianza con el PT-PVEM, es decir, Acapulco, Copanatoyac, Cualac, Cuetzala del Progreso, Zumpango, Tlacotepec, Iguala, Chichihualco, Mochitlán, Ometepec, Pilcaya, San Marcos, Taxco, Tecoanapa, Tecpan, Tetipac, Tlalchapa, José Joaquín de Herrera, Las Vigas, San Nicolás y Santa Cruz del Rincón y 8 con candidatura propia, que fueron Atoyac de Álvarez, Coahuayutla, Coyuca de Benítez, Huitzuco, Petatlán, Xochihuehuetlán, Xochistlahuaca y Juchitán.
De ese listado hay que destacar que el partido de AMLO arrebató a la oposición los municipios de Copanatoyac, Cualac, Zumpango, Tlacotepec, Iguala, Chichihualco, Mochitlán, Ometepec, Pilcaya, San Marcos, Taxco,Tecoanapa, Tecpan, Tetipac, José Joaquín de Herrera, Las Vigas, San Nicolás y Santa Cruz del Rincón Petatlán, Xochihuehuetlán, Xochistlahuaca y Juchitán.
¿Qué se puede desprender de estos resultados? Sin duda, que la oposición fue apabullada, por la población que fue a votar en casi un 58 por ciento del total del padrón, para emitir en la urna, con su poderosa arma de la credencial del INE, en urnas transparentes y cruzando a solas las boletas, lo que hizo fue calificar a sus gobernantes: Si lo hacen mal, pues tendrán malos resultados, si por el contrario no lo han hecho tan mal, recibirán el reconocimiento con un alto índice de votos a favor del partido que gobierna. Eso fue lo que pasó en este verdadero referéndum, pese a que pueda no gustarle a los opositores.
La realidad es que los guerrerenses, además de reconocer y refrendar su confianza en el presidente Andrés Manuel López Obrador, también calificaron el trabajo y liderazgo de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda en la consolidación y los resultados positivos de su manera de aplicar la cuarta transformación en Guerrero.
Y es que mientras que a diferencia de la era del PRI, en que cada elección se hacía evidente la mano de los gobernadores tratando de forzar a los electores, está vez la joven mandataria, no se metió de activista de su partido, pero si fue sorprendente la forma en que se brindaron las garantías de seguridad a las autoridades electorales, así como a las y los ciudadanos para el desarrollo de las votaciones.
Como respuesta se registró una alta participación, de manera libre por parte de la ciudadanía en la jornada electoral y se pudo concluir el proceso de los comicios sin incidentes mayores, a pesar de los hechos de violencia previos al 2 de junio.
Es imposible no decir que los resultados políticos confirmaron, hacia adelante, el liderazgo de la gobernadora, ya la expectativa de que su trabajo coordinado con el presidente López Obrador y la buena relación con la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, dan confianza a los guerrerenses de que a Guerrero le va a ir bien y va continuar el respaldo del gobierno de México durante los próximos 6 años.
Aunque parezca una frase trillada, en Guerrero triunfó la democracia y se refrendó la confianza en Morena y eso tuvo todo que ver la adecuada gestión de la gobernadora, sobre todo en materia de género (Transporte violeta, botones de pánico, senderos seguros), salud (equipamiento, puesta en marcha y supervisión de clínicas vitales),así como en educación y obras.
El caso de Acapulco no puede pasar desapercibido: fue carro completo para Morena, fundamentalmente alentado por el trabajo de reconstrucción que encabezó la gobernadora de la mano del presidente tras el paso del huracán Otis.
Se puede discutir lo aquí expuesto, pero quienes no lo vean así tendrían primero que salir de la burbuja en que nos arrinconan los algoritmos de las redes sociales, mirar más allá del celular, salir a territorio y escuchar a la gente de carne y hueso, para contrastar lo que se dice en el ciberespacio con lo que se dice en las calles y plazas públicas, que esta vez se expresó de manera contundente en favor de Morena y dio una bofetada de realidad a quienes se la pasan quejando en el Facebook y llegan a creer que el mundo se está desmoronando.